«A lo largo de tres mil años, la humanidad se ha ido apartando cada vez más de la Ley de la Naturaleza, que es la Ley del Universo»

Meishu Sama

JOH, significa Purificar y REI, significa Espíritu en japonés. JOHREI (se lee Yorei) es el nombre dado a la comunicación de energía espiritual – Luz Divina – canalizada a través de la palma de la mano, para la purificación del cuerpo espiritual del hombre y el despertar de su naturaleza Divina, restaurando su condición original de verdadera salud, prosperidad, paz y nobleza de sentimiento. 

Las invisibles ondas de Luz que se irradian durante el Johrei eliminan las impurezas impregnadas en el ser humano, revitalizando su fuerza natural de recuperación, también llamada fuerza curativa natural.  

El Johrei no es una técnica para curar dolores físicos. El Johrei se destina al despertar del Alma del hombre hacia el poder del Supremo Dios, que puede transformar a través de Su Luz, las vidas egocéntricas en vidas en Él centralizadas.  
El Johrei es actualmente practicado por más de 5 millones de personas en más de 74 países. Los practicantes de Johrei son llamados transmisores o canalizadores, toda vez que ellos funcionan como una especie de canal o medio por el cual la energía de la fuente universal fluye a través de la mano hacia la persona que lo recibe.  
Durante el proceso no sólo la salud de quien lo recibe es restablecida, sino también la del transmisor, ya que el flujo constante de esa energía concede a las personas el desarrollo más amplio de su potencial humano. Ese flujo de energía estimula las capacidades inherentes a cada ser humano, despertando la energía que hasta entonces se encontraba latente en su cuerpo físico.  
De los resultados ya comprobados de la práctica del Johrei, podemos destacar los siguientes: 

Mente y Cuerpo

La mente y el cuerpo se relajan; la circulación sanguínea mejora, aumentando la salud. 

Relación Humana 

Desarrolla una predisposición mayor en ser más gentil y tolerante con las demás personas, lo que inevitablemente lleva a una mejora considerable en las relaciones humanas, sea en el hogar, en el ambiente laboral o en cualquier otro lugar. 

Sentimientos 

El practicante desarrolla su capacidad de concentración y memorización, además de lograr controlar mejor sus sentimientos, consecuentemente adquiere mayor vivacidad en las actividades sociales, en los negocios, estudios o deportes. 

Carácter 

El practicante perfecciona su carácter, ganando más confianza, pudiendo asumir posiciones de liderazgo con mayor seguridad. 

La transmisión del Johrei es realizada en las unidades denominadas Johrei Center, ubicados en diversas partes del mundo y también en los hogares de los practicantes y en las personas que lo necesitan.