Con frecuencia, aconsejo a las personas entregarse a Dios. Entregarse íntegramente a Él y jamás preocuparse por lo que pudiera acontecer. Esto parece fácil; pero, en la realidad no es tan simple. Yo mismo me esfuerzo mucho por hacerlo, pero las preocupaciones tienden a aparecer de modo involuntario. Es tan difícil, que lo considero casi …